lunes, 16 de mayo de 2011

Itapuá

DIA 16 DE MAYO DE 2011

Hoy, el clima se ha puesto de mi lado. Un sol radiante ilumina Bahía. Salgo del hotel con ganas de conocer mas, y tras mirar el mapa me doy cuenta de que aun no conozco bien Bahía de Todos os Santos, así que hacia allí me dirijo en taxi. Allí se encuentra el pequeño pero imponente Fuerte de Montserrat y, muy cerca de él, el Faro que lleva su mismo nombre. Ambos bautizados así por la conocida Iglesia de Montserrat. Los bahianos son muy devotos de esta iglesia, incluso organizan peregrinajes desde hasta ella. Puedo presenciar la devoción de sus creyentes cuando, al entrar a la iglesia, con sus puertas abiertas de par en par, una anciana entra de rodillas y recorre en esta postura todo el pasillo central hasta alcanzar el altar. En los bancos laterales, otros orantes extienden sus brazos al cielo dirigiendo hacia este sus plegarias. Se pone la carne de gallina al contemplar la intensidad con la que viven su fe.




Hoy he topado con un taxista servicial que me recomienda no continuar con el plan que tenía establecido para hoy. Pretendía visitar la Feria de Sao Joaquim, el mas grande y populoso mercado de Salvador. Al parecer no es seguro ir con la cámara de fotos  así que desisto con la promesa de ir otro día con una cámara mas pequeña.
A cambio, el taxista, me propone una visita a la famosísima Praia de Itapuá, una de las mas bellas del planeta. ¿Cómo puedo resistirme? Así que allí nos dirigimos. Acordamos que, por el camino, pararemos tantas veces como sean necesarias para poder fotografiar todo aquello que resulte interesante, Esto me permite presenciar una de las pasiones de los brasileños, el futbol. He de reconocer que el futbol no me entusiasma pero, verlos jugar en la arena, junto al mar, compitiendo apasionados y entusiastas,…. Es algo que no podía dejar pasar por alto. Al fin llegamos a Itapuá,….No creo que con mis palabras llegue a describir con exactitud como es aquel lugar. No llegamos a una playa mas,… llegamos al paraíso. Un paraíso en la tierra. Arena fina y limpia donde las olas se recuestan. Los gigantescos cocoteros proporcionan, con sus enormes ramas, la sombra necesaria para refugiarse del sol y el fruto para saciar la sed. Agua de coco, sol, una suave brisa marina, el rumor de las olas, la arena acariciando mis pies,… y una dulce bossa nova que de lejos regala sus ritmos a mis oídos. Giro la cabeza y, a mi izquierda, un majestuoso faro rojo y blanco se yergue sobre las rocas. Quizá no sea el paraíso pero,… se le parece mucho.
A lo lejos se ve la enorme ciudad de Salvador con sus rascacielos y el bullicio de una ciudad grande y contemplando esa imagen,… aun me doy mas cuenta de que soy afortunado por estar donde estoy. Mañana repetiré. No quiero olvidar esta sensación en mucho tiempo. Volveré para disfrutar todo un día, sin cámaras de fotos, sin prisas, sin obligaciones,… solo un océano entero para mi.
A ver, mañana, que dicen las nubes de todo esto.


Vinicius de Moraes escribió la canción Garota de Ipanema. Pocas canciones expresan la belleza de Bahía con tanta exactitud como esa. A pocos metros de Praia de Itapuá se encuentra la casa donde vivió Vinicius de Moraes y frente a ella, una placita que hoy lleva su nombre y, en la que Vinicius se sentaba a escribir sus poemas. Visitando aquel lugar ves de donde vino tanta inspiración.

A muy poca distancia se encuentra la Laguna de Itapuá y sus dunas de arena blanca. Un lugar en el que, cada noche, se reúnen multitud de jóvenes para festejar pero,… de día se convierte en un paraje idílico. Palmeras clavadas en las dunas de arena blanca como la sal custodian el impresionante lago. Decenas de caballos sin montura galopan libremente por entre los palmerales y se bañan en las aguas del lago. Una imagen que me transporta a las que tantas veces hemos visto en las películas del viejo oeste.


Es hora de finalizar el trayecto y para ello, mi Cicerone me lleva a una churrascaría típica. Mientras las churrascarías recomendadas a los turistas no bajan de 80 o 90 reales (entre 40 y 50 euros) la de hoy cuesta 31,95 reales. Mi taxista se despide y allí me deja frente a la puerta. Nada mas entrar me doy cuenta de que he caído en un lugar elegantísimo en el que, todo el mundo va vestido de domingo a pesar de ser lunes. Ropas de primeras marcas y elegantes coches en la puerta, portero en la entrada y aparcacoches. Yo llevo sudados hasta los calcetines, la camiseta empapada, vestido con pantalón corto, con la cámara de fotos a cuestas y una bolsa de plástico que contiene unas chancletas recién compradas. No se si es el día mas apropiado para venir a un sitio así pero,… si a ellos no les importa, a mi menos. Lo cierto es que a nadie le llama la atención mi presencia. Me atienden de un modo exquisito. El buffet es espectacular; sushi, ensaladas de mil clases, quesos, arroces, …. Antes de tomar asiento empiezan a desfilar ante mi camareros armados de enormes espadas en las que llevan ensartadas distintos tipos de carnes a cual mas deliciosa.
El lugar es genial por la calidad de su servicio, su comida y las excepcionales vistas al mar.

Sol, cielo azul y un océano ante mi.

Hoy es un día genial.

2 comentarios:

  1. Que sensacion de libertad,de tranquilidad.. expresas con tus palabras...ese lugar da paz.Estas picando mi curiosidad por conocer aquel pais y no me habia llamado la atencion hasta ahora!!

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