sábado, 14 de mayo de 2011

En las entrañas de Salvador de Bahía

DIA 14 DE MAYO DE 2011

2º DIA


Ayer me quedé dormido, así que no pude salir a los lugares de moda, como pretendía. Espero hacerlo hoy, si el sueño no me vence.
Como ayer, hoy también me he despertado temprano. Después de desayunar he visitado las instalaciones del hotel, aun no las había visto. La piscina está bien y quizá pase allí mas de una tarde, si la lluvia me respeta.


8:30h- Llegada a Pelourinho. Quedé con Alex para hoy a las 9:30h pero, me he adelantado. Aprovecho para hacer mas fotos del lugar.
9:00h- Se presenta Alex, que con un gesto espanta a un paisano que pretende ofrecerme sus servicios como guía.
Visitamos las Fabelas que, mi improvisado amigo, considera que no son demasiado peligrosas para ser visitadas por un turista.
Lo cierto es que todo el mundo le saluda y él me advierte de que guarde la cámara de fotos cuando pasamos por algún lugar que él considera comprometido o peligroso. Parece que Alex es de fiar.
Visitamos el Dique do Tororó, donde se ven unas espectaculares vistas de las Fabelas, contrastando con la paz y la calma que se respira viendo a los lugareños montar en patinete cruzando las aguas del estanque. Sus aguas están vigiladas por enormes estatuas que representan el “Candomblé”, religión de origen africano que practica Budú y otros ritos ancestrales.
Hoy a las 18:30h me recogen en las puertas del hotel para presenciar este siniestro ritual. Dicen que dura unas 3 horas y tengo que hacer un donativo de 60 Reales (unos 26 euros). No podré hacer fotos ni grabar en video así que, tendréis que creer lo que os cuente ya que no podréis verlo.
Esta tarde he visto bailar “Capoeira” en la plaza central del Pelourinho pero, como todo en esta ciudad, tiene un precio así que, al momento, ha aparecido un tío cachas enorme que pretendía que le pagara. Como no ha habido acuerdo, después de ciertas tensiones, se ha conformado con que borre una foto,…. Pero tengo mas,…
Por las calles de Pelourinho he presenciado una actuación de la Escuela de Olodum. Música tradicional a base de percusión. Un grupo de niños hacían resonar sus tambores por las estrechas calles de la ciudad vieja. A pesar de lo pobre del espectáculo, estos niños despiertan la admiración de todos los visitantes.

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